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sábado, 24 de diciembre de 2011

Abrasando a la Navidad

Hoy es un día especial. Es el nacimiento de Jesús, hoy es navidad y el motivo más grande de la historia es el abraso de Dios hacia nosotros.
Estoy contento y triste a la vez, una mescla de emociones.  No habría manera de agradecerte, gracias por nacer, hacer este día un gran día especial. Perdóname por no escucharte muchas de las tantas veces que me pedias un STOP! y yo haciéndome el sordo seguía caminando… Siempre estuviste en ese momento cuando chocaba con una pared, atento para abrasarme y cuidarme de aquel duro golpe que lograba dejarme inconsciente. 

Gracias por haber nacido y haber soportado todos los golpes por mí, solamente para evitar que me vuelva a perder en aquel abismo sin salida. Mis lagrimas, mi corazón son el retrato de una mescla de emociones que formo al escuchar tu precioso nombre.   Gracias Jesús    por abrasarme en el momento justo, haciendo congelar el tiempo logrando hacerme sentir el verdadero valor de la vida. Mis palabras desvanecen de apoco tratando de buscar alguna explicación de cómo agradecerte. Sinceramente es inexplicable por el simple hecho de que no hay palabras alguna para describir todas las cosas bonitas que me hiciste sentir.
Te conozco hace tres años y desde ese día me hiciste ver y sentir que volví a nacer tras estar en un mundo perdido. Hoy es el nacimiento de un ser inexplicable, hoy nace el verbo, el amor haciendo honor a la gran palabra y promesa de DIOS. 

El amor todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser”. 1Cor. 13.7,8. 

Felicidades, que en estas fiestas sepamos elegir el camino de la vida. Sepamos confiar y ser agradecido de las cosas que tenemos. No callemos nunca a nuestro corazón, si él quiere abrasar entonces abrasemos. Confiemos en Jesús, el nos ama y nadie cambiara eso.
Felices fiestas

Escrito por Alejandro Larco


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